Uno de los hitos de la Agrupación Musical San Salvador de Oviedo fue la creación de la primera capilla musical cofrade asturiana: la Capilla Musical “Santa Eulalia de Mérida”, también conocida como “Grupo de Metales de la Agrupación Musical San Salvador de Oviedo”. Su fundador fue D. Alfonso Piñero Moreno y su primera salida procesional tuvo lugar durante la procesión de la Cofradía del Silencio y Santa Cruz de Oviedo, la noche del Martes Santo del 2004. Durante la misma, se interpretaron las “Saetas del Silencio” del s. XVIII, dedicadas al Nazareno de la sevillana Hermandad del Silencio y atribuidas al Maestro Francisco de Paula Solís. En ellas se plasma todo el profundo sabor de este antiguo estilo de composiciones. Sus breves y bellas melodías pretenden provocar en el oyente la reflexión sobre la Pasión de Jesús de Nazaret. Posteriormente la capilla musical volvió tocar durante la procesión de la Cofradía del Silencio y Santa Cruz, la noche del Martes Santo de los años 2005 y 2006.
El 12 de septiembre de 2004 se produjo en la capital del Principado el estreno absoluto de las primeras piezas de capilla musical, dentro del ámbito cofrade ovetense y siguiendo el genuino modelo sevillano, las cuáles estaban dedicadas a la Cofradía del Silencio y Santa Cruz. Este evento tuvo lugar en la Iglesia de Santa María la Real de la Corte, tras la Solemne Misa se realizó el Concierto con motivo de la “Festividad de la Exaltación de la Santa Cruz”, dónde la Capilla Musical de la Agrupación Musical San Salvador estrenó “Cinco coplas al Silencio” de D. Alfonso Piñero, obra formada por cinco composiciones cuyos títulos hacen referencia a las sagradas imágenes de la Cofradía del Silencio y Santa Cruz y a su Procesión del Martes Santo. También se interpretaron la “Saeta Nº 1” de las ocho “Saetas del Silencio”, la obra más conocida e importante del estilo y se estrenó “Silencio en Santa María”, composición de D. Ígor Freijoo González, cuyo título evocaba el inmenso silencio que acaecía en la Iglesia de Santa María la Real de la Corte, sede de la Cofradía, antes, durante y después de la Estación de Penitencia.
Debemos señalar también que antes de comenzar el concierto, el Abad la Cofradía del Silencio y Santa-Cruz impuso en el Banderín de la Agrupación Musical San Salvador de Oviedo, un corbatín en agradecimiento por las composiciones dedicadas, por participar en sus actos y en deferencia a la labor desinteresada de la Agrupación para con su Cofradía.
Pese a que el Grupo de Metales Santa Eulalia de Mérida ha mantenido su actividad concertísica, no fue hasta el Viernes de Dolores de 2016, cuando volvió a recorrer las calles de Oviedo, interpretando su repertorio en la Procesión de Traslado de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia, desde San Francisco Javier hasta la Casa de Hermandad de Los Estudiantes. Durante el recorrido se pudieron escuchar de nuevo las clásicas “Saetas del Silencio”, además de otras piezas de sobrio carácter.
Pese a que el Grupo de Metales Santa Eulalia de Mérida ha mantenido su actividad concertísica, no fue hasta el Viernes de Dolores de 2016, cuando volvió a recorrer las calles de Oviedo, interpretando su repertorio en la Procesión de Traslado de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia, desde San Francisco Javier hasta la Casa de Hermandad de Los Estudiantes. Durante el recorrido se pudieron escuchar de nuevo las clásicas “Saetas del Silencio”, además de otras piezas de sobrio carácter.
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